¿El Futuro Luminoso para la Iguana Rayada? | ||||
Petr Myska | ||||
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¿Qué estará pasando por
la cabeza de la iguana rayada cuando nos mira desde las paredes en las ruinas
de Tulum? Temo que por ahora, ni la ciencia tiene respuesta. Pero acepten
mi invitación al recorrido por el mundo de la iguana, en la luz del conocimiento
científico. Créanme, es interesante. |
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La iguana rayada (Ctenosaura similis) está presente desde los estados
de Veracruz y Oaxaca en México, hasta el extremo sur de Mesoamérica en
Panamá y sus islas adyacentes. Habita principalmente los bosques secos
y áreas áridas, aunque su distribución comprende una gran variedad de
ecosistemas y hábitat. Prefiere partes soleadas y rocosas, como las zonas
arqueológicas. Ctenosaura similis se puede considerar una de las especies más grandes de iguanas. Los machos adultos alcanzan los 35 cm y sus colas casi el doble del largo del cuerpo que es, generalmente, robusto y musculoso, con miembros fuertes y armados con grandes garras. Aunque las iguanas rayadas son generalmente herbívoras, una parte importante de su dieta es carnívora. La iguana rayada come roedores, murciélagos, ranas, pichones de aves y una gran variedad de insectos. En varios estudios científicos se detectó el consumo de huevos de su propia especie y, en un caso, se halló la cola de un individuo dentro del estómago de un macho adulto, sugiriendo canibalismo. Sin embargo, decir que la iguana rayada es una especie mayormente terrestre y parcialmente carnívora, no describe plenamente la realidad. Tanto la coloración como el tamaño del cuerpo, los rasgos de dimorfismo sexual, la dieta y el comportamiento del individuo, cambian en el curso de su desarrollo. Las crías que nacen a los 3 ó 4 meses después de la oviposición, se alimentan principalmente de insectos. Tienden a formar grupos temporales que, a veces, están encabezados por un individuo dominante, y pueden pasar mucho tiempo en los árboles. No pueden competir con los adultos por los territorios, ni las hembras y su mayor preocupación es sobrevivir a los numerosos retos y riesgos que la vida les plantea. Las iguanas llegan a vivir hasta 60 años y en su madurez no tienen muchos enemigos, sólo algunos depredadores grandes (especialmente rapaces) y el hombre. La dieta de los adultos tiende a ser más herbívora y su vida más terrestre. Forman colonias que obedecen estrictas reglas de territorialidad, donde el macho dominante es el dueño del territorio que, aunque contenga territorios pequeños de machos subordinados, le da, con prioridad, acceso a los recursos y a las hembras. Sin embargo, cuando los medios pacíficos fallan, hay que pelear. El territorio será el premio del vencedor, abriéndole el acceso a las hembras de la colonia y por ellas, a la inmortalidad genética, la única que realmente existe en el mundo natural. Esta inmortalidad representa el máximo premio en la lucha de vida para todos los seres vivientes. Todos comparten el esfuerzo perpetuo por sobrevivir y hacer sobrevivir a sus genes. Sin embargo, hay veces en las que todas las armas, toda la experiencia y toda la inversión, tienen que ceder a fuerzas mayores, incontrolables e inevitablemente mortales. Para muchas criaturas de este planeta, somos nosotros la ola mortífera que acaba con todo en su paso. Algunos ya perecieron, otros luchan desesperadamente. Y aunque la iguana negra sigue mirándonos desde las paredes y antiguos templos mayas, ni ella puede sentirse a salvo. Las iguanas rayadas, habitan en muchos ecosistemas que fueron clasificados por organizaciones conservacionistas como de los más amenazados y la situación no parece estar mejorando. La explotación de la iguana y su caza excesiva, han disminuido las poblaciones centroamericanas, considerablemente. Las víctimas, capturadas como alimento o artículo de comercialización, son las dos especies más conocidas: la iguana verde (Iguana iguana) y la iguana rayada (Ctenosaura similis). Aunque no encontraremos el nombre de Ctenosaura similis en los registros de CITES ni en el Libro Rojo (Red Book) de UICN, dependerá sólo de nosotros si algún día allí aparece. Esperemos que no. |
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